viernes, 4 de abril de 2014

Campaña 2012

La primera actividad que desarrollamos en la necrópolis de Los Algarbes consistió en una actuación arqueológica puntual de estudio y documentación gráfica, la cual nos fue concedida el 31 de julio de 2012 por parte de la Delegación Territorial de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía en Cádiz. Estos primeros trabajos arqueológicos de campo comenzaron el 27 de agosto y finalizaron el 30 de septiembre de 2012 y consistieron en el desbroce de aquellas zonas que afectaban de forma directa al yacimiento, la prospección superficial del yacimiento con el objeto de identificar nuevas estructuras funerarias, el levantamiento topográfico y planimétrico del conjunto funerario, el estudio arquitectónico y documentación gráfica de las estructuras emergentes, además del análisis petrológico que permitiera identificar la materia prima empleada y sus posibles áreas fuentes, y, por último, una propuesta de conservación y restauración de aquellas estructuras que presentaban grandes problemas erosivos y de conservación (Castañeda et al. e. p.).

Una vez realizadas las labores de limpieza necesarias, se procedió a la documentación gráfica de las estructuras funerarias identificadas por C. Posac y E. Mata con el objetivo de contar con un soporte gráfico modernizado que nos sirviera de base para llevar a cabo toda una serie de análisis arquitectónicos de los diferentes contextos ya conocidos pero que planteaban, como ya hemos comentado, la necesidad de una actualización de los datos existentes. A su vez, acometimos la prospección superficial en todo el perímetro actual de la necrópolis para localizar nuevas estructuras funerarias que fueron también documentadas. En este sentido, se identificaron finalmente un total de 29 nuevas estructuras, lo que venía a ampliar el número de sepulturas conocidas de 10 a 39. 

Posteriormente, gracias a un equipo de la Universidad de Alicante1, se procedió al levantamiento topográfico y planimétrico de la necrópolis, el cual nos ha permitido establecer tres grandes grupos de concentración de estructuras funerarias. De esta manera, el grupo 1 ocupa el lugar más elevado, estando la mayoría de las cuevas artificiales identificas en un peor estado de conservación debido a los problemas erosivos, no conservando la mayoría de las mismas la cubierta. Por su parte, el grupo 2, se localiza en la parte más baja del yacimiento y constituye la zona mejor conservada, pues aún podemos encontrar numerosas estructuras con sus correspondientes cubiertas. Finalmente, el grupo 3 se sitúa en un punto intermedio entre los dos anteriores y se trata del grupo de estructuras que históricamente se han visto más afectadas por el uso humano como viviendas, refugio o estancias para el ganado.

En cuanto al estudio arquitectónico, tenemos que decir que se han podido identificar hasta el momento tres tipos de estructuras funerarias, por un lado, estructuras de construcción mixta, cuevas artificiales excavadas en la roca (Lámina 3) que muestran una tipología muy variada, y por último, tumbas antropomorfas excavadas en el sustrato rocoso (Lámina 4). Inicialmente, en estudios anteriores (García et al. 2012), se había propuesto la existencia de una estructura con acceso vertical (de pozo), que recordaba a las de tradición púnica, pero una vez analizada de una forma más minuciosa hemos podido comprobar que la abertura de la estructura en cuestión es consecuencia de los procesos erosivos, por lo que presenta un acceso lateral.

Lámina 3
Por otro lado, gracias a este primer acercamiento, hemos podido hacer una revisión crítica de la arquitectura de esta necrópolis, que nos ha permitido determinar la tipología constructiva de la Estructuras 1-2 excavada parcialmente por C. Posac en la década de los setenta. Hasta nuestros estudios, estas dos estructuras funerarias fueron identificadas por C. Posac como dos cuevas artificiales independientes. Después del análisis in situ y una vez limpiada la zona, pudimos comprobar que, en realidad, ambas sepulturas formaban parte de una única estructura funeraria de construcción mixta en la que el corredor, las dos hornacinas laterales o cámaras secundarias, que no eran sino las dos cuevas artificiales documentadas por C. Posac y, presumiblemente -porque debe de ser contrastado en una excavación futura- la cámara principal, habían sido excavadas en el sustrato rocoso, mientras que presenta una cubrición a base de ortostatos y una entrada que se encuentra jalonada con lajas verticales (Lámina 3). En este sentido, al realizar el estudio tipológico de dichos ortostatos hemos observado que una de las lajas verticales que jalonan la entrada de la estructura presenta una decoración a base de cazoletas (Lámina 5), lo que vendría a confirmar, además, el simbolismo de dicha estructura.

Lámina 4
Por su parte, el estudio petrológico, centrado en los diversos ortostatos localizados en las distintas estructuras funerarias, especialmente en la Estructura 1-2 permitió comprobar que el acceso a la materia prima empleada en la elaboración de dichas lajas de piedra fue local e inmediato. De hecho, la totalidad de los ortostatos estudiados están confeccionados en areniscas micáceas del Flysch “margo-areniscoso-micáceo” pertenecientes a la Unidad de Algeciras-Los Nogales que aflora ampliamente en la zona de estudio. Se han localizado dos zonas cercanas a la necrópolis de aprovisionamiento de dichas materias primas, por lo que se ha procedido a la realización y estudio de láminas delgadas de las muestras seleccionadas, cuyos resultados confirmarán su procedencia inmediata.

Lámina 5

Por último, como ya hemos comentado, uno de los grandes problemas que presenta la necrópolis es el estado de conservación de dichas estructuras. Para paliar esta deficiencia hemos comenzado un ambiciosos programa que ayude a su conservación. Por este motivo, se han recogido algunas muestras de roca de la propia necrópolis que están siendo analizadas por el Grupo de Investigación TEP-243 del departamento de Química-Física de la Universidad de Cádiz, con el objetivo de identificar el producto más adecuado para la conservación de dicha necrópolis2. Los primeros resultados obtenidos ponen de manifiesto que los dos productos aplicados sobre las muestras de piedra arenisca generan un recubrimiento libre de fracturas, presentan además una buena adhesión y aumentan significativamente la resistencia mecánica del sustrato pétreo. Esto permite concluir que los nanomateriales desarrollados por dicho grupo de investigación pueden ser aplicados como consolidantes/ hidrofugantes en la necrópolis (Elhaddad et al. e. p.).



1 Queremos agradecer la labor desarrollada por los investigadores Julia Sarabia y Víctor Cañavate.



2 Estos trabajos están siendo coordinados por la Profa. María Jesús Mosquera (UCA) a quien queremos agradecer su colaboración.

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