La
primera actividad que desarrollamos en la necrópolis de Los Algarbes
consistió en una actuación arqueológica puntual de estudio y
documentación gráfica, la cual nos fue concedida el 31 de julio de
2012 por parte de la Delegación Territorial de Educación, Cultura y
Deporte de la Junta de Andalucía en Cádiz. Estos primeros trabajos
arqueológicos de campo comenzaron el 27 de agosto y finalizaron el
30 de septiembre de 2012 y consistieron en el desbroce de aquellas
zonas que afectaban de forma directa al yacimiento, la prospección
superficial del yacimiento con el objeto de identificar nuevas
estructuras funerarias, el levantamiento topográfico y planimétrico
del conjunto funerario, el estudio arquitectónico y documentación
gráfica de las estructuras emergentes, además del análisis
petrológico que permitiera identificar la materia prima empleada y
sus posibles áreas fuentes, y, por último, una propuesta de
conservación y restauración de aquellas estructuras que presentaban
grandes problemas erosivos y de conservación (Castañeda et
al.
e. p.).
Una
vez realizadas las labores de limpieza necesarias, se procedió a la
documentación gráfica de las estructuras funerarias identificadas
por C. Posac y E. Mata con el objetivo de contar con un soporte
gráfico modernizado que nos sirviera de base para llevar a cabo toda
una serie de análisis arquitectónicos de los diferentes contextos
ya conocidos pero que planteaban, como ya hemos comentado, la
necesidad de una actualización de los datos existentes. A su vez,
acometimos la prospección superficial en todo el perímetro actual
de la necrópolis para localizar nuevas estructuras funerarias que
fueron también documentadas. En este sentido, se identificaron
finalmente un total de 29 nuevas estructuras, lo que venía a ampliar
el número de sepulturas conocidas de 10 a 39.
Posteriormente,
gracias a un equipo de la Universidad de Alicante1,
se procedió al levantamiento topográfico y planimétrico de la
necrópolis, el cual nos ha permitido establecer tres grandes grupos
de concentración de estructuras funerarias. De esta
manera, el grupo 1 ocupa el lugar más elevado, estando la mayoría
de las cuevas artificiales identificas en un peor estado de
conservación debido a los problemas erosivos, no conservando la
mayoría de las mismas la cubierta. Por su parte, el grupo 2, se
localiza en la parte más baja del yacimiento y constituye la zona
mejor conservada, pues aún podemos encontrar numerosas estructuras
con sus correspondientes cubiertas. Finalmente, el grupo 3 se sitúa
en un punto intermedio entre los dos anteriores y se trata del grupo
de estructuras que históricamente se han visto más afectadas por el
uso humano como viviendas, refugio o estancias para el ganado.
En cuanto al estudio
arquitectónico, tenemos que decir que se han podido identificar
hasta el momento tres tipos de estructuras funerarias, por un lado,
estructuras de construcción mixta, cuevas artificiales
excavadas en la roca (Lámina 3) que muestran una tipología muy
variada, y por último, tumbas antropomorfas excavadas en el sustrato
rocoso (Lámina 4). Inicialmente, en estudios anteriores (García et
al. 2012), se había propuesto la existencia de una estructura
con acceso vertical (de pozo), que recordaba a las de tradición
púnica, pero una vez analizada de una forma más minuciosa hemos
podido comprobar que la abertura de la estructura en cuestión es
consecuencia de los procesos erosivos, por lo que presenta un acceso
lateral.
Lámina 3 |
Por otro lado,
gracias a este primer acercamiento, hemos podido hacer una revisión
crítica de la arquitectura de esta necrópolis, que nos ha permitido
determinar la tipología constructiva de la Estructuras 1-2 excavada
parcialmente por C. Posac en la década de los setenta. Hasta
nuestros estudios, estas dos estructuras funerarias fueron
identificadas por C. Posac como dos cuevas artificiales
independientes. Después del análisis in situ y una vez limpiada la
zona, pudimos comprobar que, en realidad, ambas sepulturas formaban
parte de una única estructura funeraria de construcción mixta en la
que el corredor, las dos hornacinas laterales o cámaras secundarias,
que no eran sino las dos cuevas artificiales documentadas por C.
Posac y, presumiblemente -porque debe de ser contrastado en una
excavación futura- la cámara principal, habían sido excavadas en
el sustrato rocoso, mientras que presenta una cubrición a base de
ortostatos y una entrada que se encuentra jalonada con lajas
verticales (Lámina 3). En este sentido, al realizar el
estudio tipológico de dichos ortostatos hemos observado que una de
las lajas verticales que jalonan la entrada de la estructura presenta
una decoración a base de cazoletas (Lámina 5), lo que vendría a
confirmar, además, el simbolismo de dicha estructura.
Lámina 4 |
Por
su parte, el estudio petrológico, centrado en los diversos
ortostatos localizados en las distintas estructuras funerarias,
especialmente en la Estructura 1-2 permitió comprobar que el acceso
a la materia prima empleada en la elaboración de dichas lajas de
piedra fue local e inmediato. De hecho, la
totalidad de los ortostatos estudiados están confeccionados en
areniscas micáceas del Flysch “margo-areniscoso-micáceo”
pertenecientes a la Unidad de Algeciras-Los Nogales que aflora
ampliamente en la zona de estudio. Se han localizado dos zonas
cercanas a la necrópolis de aprovisionamiento de dichas materias
primas, por lo que se ha procedido a la realización y estudio de
láminas delgadas de las muestras seleccionadas, cuyos resultados
confirmarán su procedencia inmediata.
Lámina 5 |
Por último, como ya hemos comentado, uno de los grandes problemas que presenta la necrópolis es el estado de conservación de dichas estructuras. Para paliar esta deficiencia hemos comenzado un ambiciosos programa que ayude a su conservación. Por este motivo, se han recogido algunas muestras de roca de la propia necrópolis que están siendo analizadas por el Grupo de Investigación TEP-243 del departamento de Química-Física de la Universidad de Cádiz, con el objetivo de identificar el producto más adecuado para la conservación de dicha necrópolis2. Los primeros resultados obtenidos ponen de manifiesto que los dos productos aplicados sobre las muestras de piedra arenisca generan un recubrimiento libre de fracturas, presentan además una buena adhesión y aumentan significativamente la resistencia mecánica del sustrato pétreo. Esto permite concluir que los nanomateriales desarrollados por dicho grupo de investigación pueden ser aplicados como consolidantes/ hidrofugantes en la necrópolis (Elhaddad et al. e. p.).
2
Estos trabajos están siendo coordinados por la Profa. María Jesús
Mosquera (UCA) a quien queremos agradecer su colaboración.
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